Hay tres cosas de una JMJ que llaman mucho la atención y nos motivan a participar: El viaje internacional, la reunión de muchas naciones y la experiencia de Iglesia Universal. Hoy hablaremos de la segunda.
El hecho de que la JMJ convoque jóvenes de casi 200 países en un solo lugar (en la última edición en Río de Janeiro en 2013, reunió a más de 3 millones), nos motiva a vivir una JMJ porque se trata de una oportunidad única de un intercambio cultural, pues en una JMJ hay varias costumbres que los participantes ya saben son esenciales: el intercambio de afiches: esto es el intercambio de playeras, botones, pines, estampas del santo de tu localidad, banderas etc. y otra es rezar el Padrenuestro o el Ave María junto con jovenes de otro pais (y mas interesante cuando es de otro idioma) juntos y al mismo tiempo. Estas dos actividades nos dicen algo muy especial que solo se vive en una JMJ: Dios es el mismo en la diversidad de culturas.
Sin embargo algo que impacta es sin lugar a dudas la unión de una sola fe. Existe un momento muy especial y que resulta ser propiamente la Jornada Mundial, es la Vigilia con el Santísimo. Es sorprendente ver a más de tres millones de jóvenes de todo el mundo reconocer a Jesucristo en el Santísimo Sacramento y que junto con el Papa TODOS se unan en una misma oración. Es un silencio de oración “ensordecedor”. Sin duda solo Dios puede unir a tantos jóvenes y tantas culturas en un mismo lugar y con una sola fe. Esto es vivir realmente una JMJ.
y ahora ¿Ya sabes que se vive en una JMJ?
Jorge Iñiguez
(Grupo JMJ GDL - Sedipaj)
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