lunes, 16 de noviembre de 2015

EVANGELIZACIÓN JUVENIL 5: ¿Porque tenemos imágenes los católicos? Parte 1.


Uno de los temas que más nos cuestionan nuestros hermanos separados es precisamente el culto que nosotros los católicos damos a los santos y santas que ya participan de la gloria celestial. Primero me gustaría aclarar algunos términos:


• Culto de Latría o Adoración: Es el culto que se debe solamente a Dios, porque solamente Dios es principio y fin de todo lo que existe. En realidad, adorar significa reconocer a alguien o algo como ser supremo, y por lo tanto aceptar su dominio total y absoluto y amar sobre todas las cosas. Y esto es posible solamente con Dios.

• Culto de Dulía o Veneración: Es el culto que se da a los ángeles y santos. En realidad, venerar no es lo mismo que adorar. Venerar significa respetar y honrar por algún motivo especial. Si se trata de culto religioso, se habla indistintamente de culto «dulía» o «veneración» y se refiere a los ángeles y a los santos.
Si se trata de culto civil (héroes de la Patria, seres queridos, hombres eminentes en las artes, la ciencia, etc.), se habla solamente de veneración y no de dulía.

• Culto de Hiperdulía o Veneración Especial: Es el culto que se da solamente a la Virgen María, por ser la Madre de Jesús, el Hijo de Dios y nuestro Salvador y Señor. Por esta razón, María tiene un lugar especial entre todos los ángeles y santos.


Teniendo en cuenta estas aclaraciones, menciono algunos ejemplos de cada uno de ellos contenidos en la Sagrada Biblia:

Por lo que se refiere al culto de adoración, que se debe solamente a Dios, no hay ninguna duda: «Adorarás al Señor tu Dios, y a Él sólo servirás» (Mt 4,10).

«Dios me ha enviado para sanarte a ti y a tu nuera. Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que tienen entrada a la Gloria del Señor». Temblaron entonces y los dos cayeron con el rostro en tierra, llenos de terror (Tob 12,15-16). Postrarse, quitarse el calzado, caer con el rostro en tierra, etc. son signos de respeto o veneración. Tobit y su hijo Tobias caen rostro en tierra y no están adorando al ángel Rafael, están reconociendo en el al enviado del Dios altísimo y hacen ese un culto de veneración al ángel.

“Nada fue imposible para él (Elías) y hasta en el sueño de la muerte hizo obra de profeta. En vida hizo prodigios, y después de muerto, obras maravillosas” (Sir 48,13-14). Por lo tanto, se puede pedir su intercesión de este gran profeta y otros grandes varones y ellos pueden intervenir en favor de los que viven.


Continuara...

Pbro. Juan Pablo Ramos
(JMJ GDL - Sedipaj)

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